Mi villano favorito, (7): Al finalizar la película, también finalizó una historia y una fuerte motividad de lo que era una de las películas animadas mas esperadas del año. El recuerdo que a uno le queda es el de los cositos amarillos peliándose o haciendo boludeces por la casa de Grú. Es cierto que mi villano, habla sobre la paternidad. Nada tiene que ver con la maternidad. Así en corto, Grú, pareciera hablar como padre de las niñas. Y al pasar los días de juego tras juego, se da cuenta de lo que es: un villano. Decide lograr su máxima "villanidad", al querer robar la luna. Y así olvidarse de las niñas. Pero el corazón no le puede. Y como por acá dijeron varias veces, Gru no podrá bajar ni robar la luna, pero sí la podrá mirar con sus tres nenas.
Furia de Titanes, (1): Esta es quizás, la película de aventura, menos de aventura que cualquier otra. En fín, tiene poco para hablar ni nada nuevo por contar: siempre el mismo problema con los dioses y las mismas pelotudeces de la edad antigua, bla bla. Con su pésimo guión, sus horribles actuaciones y su feísimo 3D, no queda otra que salir del cine y darse la cabeza contra la pared.
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