viernes, 18 de noviembre de 2011

Habemus Papa







Habemus Papa / Habemus Papam
Director: Nanni Moretti.
Actores: Michel Piccoli, Nanni Moretti, Jerzy Stuhr, Renato Scarpa, Franco Grazioni, Camillo Milli, Roberto Nobile, Margherita Buy.
Origen y año: Italia, Francia 2011.
Duración: 102 minutos. ATP
Estreno en Buenos Aires: 08 de Septiembre 2011.



Inteligencia debida

Relato catastrófico, lento pero hermoso, y lleno de amores. ¡Hay un encierro, los papas no pueden mantener contacto con el exterior!. Los papas piden a Dios un "ruega por nosotros" por la muerte del último papa y todo parece ser una búsqueda, una película de esas en las que una perosna, absolutamente una, hace que todos sus personajes secundarios no piensen mas que en ella, hace que esto se transforme en una película biográfica, en un unipersonal, una película sobre alguien, bah, mejor, una película sobre alguien interesante metido en un mundo bastante raro de conocer, pero Moretti, director, inteligente, hombre entre hombres, italiano de barba candado y con cara de "quedense tranquilos, voy por mas, no es mi último film". Bah, Moretti es rápido y un gran director, uno de los mejores en Europa, ¿del mundo? no no sé, no quiero hablar globalmente sobre directores en esta Tierra, quizás exista el planeta Marte, quizás exista un papa por la calle, como en esta película.

Comparando con Lynch

La diferencia de esta película con una de Lynch es que acá es todo real, y el personaje en vez de soñar y ver cosas a través de los sueños, piensa y todo lo que ve pasa por sus ojos. Pero, Moretti como Lynch se anima a pensar, y le da la espalda a los sueños, para meterse en la realidad. En realidad, parece algo así como un torneo de competencia, por que lo de Lynch es grandioso, ya que todo pasa por la cabeza del espectador "Nos parece una huevada a mi y a mi marido eso de tener que andar contando una historia a través del sueño de una persona, para eso es lo mismo que me muestren a esa durmiendo, con la cabeza en la almohada y que esté ahí las dos horas y media que este tipo nos mete en Imperio". ¿A la gente no le interesan los sueños? ¿Ah, los sueños no son parte de la realidad?, por que en Lynch, los sueños son como el trabajo de reflexión de una persona, aunque uno sobre el final se da cuenta, de que por ahí esa misma persona se levanta sobre un futuro, y se da cuenta de que todo era un sueño. Lo que menos le falta al cine de Lynch es realismo, por que todo es tan creíble y lineal, como lo es en el cine de Moretti, como lo era en La stanza del figlio. Ahí tenemos el ejemplo de lo aburrido que está el psicoanalista (el propio Moretti), por que todo esto es realidad, de los "boludos" que son los cardenales que se piensan que el papa está en su habitación comiendo chocolates. Hablando de la comparación con Lynch, lo que mas lo refleja es el sentimiento del papa "¿Es miedo? ¿Es angustia? ¿Es depresión?", es lo que explica perfectamente la sinópsis. "¿Y si todo esto es un sueño?" diría Lynch.

Modernidades
"¡no me digas que el papa está en un shopping, señores nuestro futuro papa está en el shopping", "Ey, ustedes, nuestro papa está acá". Nadie en el Vaticano ni en la Italia, se imagina que el viejo ese que acaba de pasar por al lado suyo mientras miraban unas zapatillas nike es el futuro papa, nadie debe creer que el viejo de anoche que iba hablando sólo en el colectivo, en apenas unas horas estará dando un discurso. El papa dice ser "actor", pero unas escenas después dice que es mentira, que no lo es, pero que siempre le gustó, todo eso, la actuación, junto con el teatro (otra comparación con Lynch, con Mullholland Drive, excelente película, en la escena de la ópera donde van las dos chicas). Se escapa para no sé, para pensar su decisión y cuando todo el mundo lo aplaude -en los primeros geniales quince minutos- por haber sido elegido, a uno se le pone la piel de gallina, pero mira la cara del futuro papa y uno no sabe si es emoción o cara de asustado. El papa "móvil" va a parar a la ciudad -genial inteligencia cómica del director, como hace poco lo hacía De Caravana con el secuestro de la Mona Jimenez-, va a parar a diversos lugares, a un mundo que ni siquiera él sabe donde está, pero ya volverá, por que sabe que en algún momento lo irán a buscar.

Agarrá la pelota que no muerde
"Pero nosotros los de Oceanía somos tres -Um, bueno lo lamento", mas con la modernidad que otra cosa, Habemus Papa habla del mundial de Fútbol y de lo que sería en la actualidad El Vaticano, y el psicoanalista de lo aburrido que está y de que no le dejan usar su celular, se arma un torneo de volley, que de mucho no sirve para calmar la ansiedad pero si para hacer pasar un buen rato a los viejos, quienes, es cierto, son malos y no agarran una, pero la pelota playera verde roja y blanca es el ícono de que el film es moderno, inteligente, divertido y sólido, sin baches ni actuaciones al filo. "¿Hay que ser gracioso para no tener una actuación al borde?" se preguntan algunos, y, es una respuesta difícil de responder, pero no se crean, que todos los chistes son buenos en las películas, acá la mayoría o todos, son efectivos. "Punto para Europa B" "¿Y si hacemos un equipo de Italia directamente -Um, no así está bien". Moretti cascarrabias.

El final
De repente nuestro papa es encontrado en el teatro y allí los actores empiezan a preocuparse de por que tante gente estaba ingresando, hasta que salta la estrella como si fuera el salvador, y hace aplaudir a todos, pero mas que a nadie, al Papa, quién le llega la hora, y despierta de su sueño para entrar en la realidad y afrontar la responsabilidad de su vida, la primera. El papa, llega hasta su lugar, y se encuentra a todo esa gente que lo estaba esperando ¿che, encerio, tanta gente estaba esperando este momento? ¿Tantos fieles están allí esperando la elección de un nuevo Papa?. Se ve una bandera de Argentina, otra de Libia, y el papa da la cara de una vez por todas, y como la contracara de El discurso del rey, el papa no se hace el héroe y no esconde su vida al contárselo a un loco, el film no está tan calculado y no hace falta al personaje al filo del quiebre. Acá al papa le sale todo mal, piensa, no habla y con el silencio habla mucho, le grita a la gente, y allá está en el balcón. Al papa no le hace falta un psicoanalista y es simplemente una excusa para ver que carajo pueden hacer los cardenales antes de que el papa se recupere, y además es una gran excusa para ponerle a este film el toque de modernidad que Moretti le aporta. El final, con esa música de fin del mundo, es un botellazo de agua en la cara tremebundo.

¡Viva el papa, viva el psicoanalista!
Y me opongo a aquellos que dicen "El viajecito del papa es una excusa para que la película tenga su duración exacta", queriendo decir que no importa, y de lo que Moretti habla es simplemente una película sobre un papa. A Habemus papam no le hace falta hablar de religión, ni de Dios, ni de política, como tampoco lo hace Red Social con Facebook, por ejemplo. Es una película de un papa, de un problema, autobiográfica, una calco manía de un tipo (Piccoli era el ideal perfecto para encarnar este papel) que quedará en la historia de tantos rostros. Toda esa experiencia que el papa vive afuera del Vaticano, es una modernidad, como si fuera un Lynch sin sueños, pero como el propio director hace con sus pinturas, las arma como no sabiendo si es realidad o solo un sueño, aunque los dos pertenezcan a este mundo. El psicoanalista sólo les tira la pelota de Volley y haber quien se salva de los de Cannes. Moretti es engañoso, La habitación del hijo lo era, y para ello, no hace falta empezar a hablar de como está el Vaticano y sobre lo que hay allí dentro, por que Moretti habla mas bien de una genialidad, no hay profundidad alguna para estar en contra de una película tan genial y tan divertida como esta, que sobre todas las cosas, nos muestra como es el mundo de hoy, como está la cultura mundial, y allí están los cardenales tirándose al piso y a Mercedes Sosa cantando, como si Moretti nos frenara, perdón, nos dejará pasar y dejar llendo hacia el futuro. Moretti ha hecho ruido en la Iglesia.

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