martes, 21 de junio de 2011

La doble vida de Walter







La doble vida de Walter / The Beaver
Directora: Jodie Foster
Actores: Mel Gibson, Jodie Foster, Jennifer Lawrence, Anton Yelchin, Riley Thomas Stewart.
Origen y año: Estados Unidos 2011.
Duración: 91 minutos. Apta mayores de 13 años.
Estreno en Buenos Aires: 16 de Junio 2011.


Crítica
Una en contra:
Imaginese ésta situación: un tipo depresivo (Gibson, pero en este caso podría ser cualquiera), no hace nada, solo duerme y toma un poco de descanso en la pileta hirviendo acostado en un flotador rosa. Este tipo tiene guita, y su mujer también, ambos tiene dos hijos y viven una vida bastante normal. Como él es tan depresivo, y ella quiere sacarselo de encima hace dieciocho años -así le dice su hijo mayor-, ella finalmente lo raja de la casa. El señor sin problemas, agarra su auto y se va, de fondo la mujer (Jodie Foster) con cara de enojada. Bueno, este tipo, medio loco, encuentra en la basura, un títere de un castor, con una cara media diabólica, pero linda a la vez. Llega a la casa, se pone el castor, y toma bastante alcohol -otra rutina diaria de la que su hijo mayor no quiere heredar del padre-. ¿Que hace el tipo? intenta ahorcarse, tirarse de un balcón, hasta que mira hacia abajo, y el castor le habla. Bueno luego se le caerá la televisión encima, pero en fin. Mi pregunta es, ¿Quién otro no hubiese hecho la misma escena?, por que para que el tío Mel encuentre y viva su vida con el castor, algo tiene que haber pasado en el medio, o sea, cualquiera se puede imaginar que Walter, su personaje, no se hubiera querido suicidar, es algo bastante repetido y muy fácil de adivinar. Claro, el tipo está loco mas que depresivo, no quiere saber nada con la vida, y era obvio que algo tenía que suceder antes de empezar a romper las bolas con el castor. De alguna manera, también se puede comparar con Philadelphia, cuando Tom Hanks tenía SIDA, y era otro tipo que sufría algún tipo de enfermedad, y como esa hay miles.

Una muy a favor. Lo que hace Jodie Foster es increíble, muestra y pinta sus películas de una forma asombrosa, todo parece lindo, parece un mundo en el que nunca caemos, y hasta el personaje de Mel Gibson es increíble, quién en una escena, le da un beso con el castor. Toda esa pincelada, la pone arriba de sus personajes, dándole una gran luz y brillo a toda la película. Bueno así, también es como construye esa última escena donde se suben a la montaña rusa ellos dos y su hijo mas chico, dejando de lado al mas grande -Anton Yelchin-, quién sobre el final, termina no odiando a su padre, pero no le interesa mucho su vida. Jodie Foster hace lo que le parece en la película y sin poner muchas garras, da golpes bajos con la película, pero como también da buenos saltos de humor por parte de Walter. Todos los personajes tienen brillo y luz, y quién parece no opacar en todo esto es el mayor, el siempre cara de aburrido Yelchin quién parece sacado de otra película. No es bueno, ver dos veces a la semana a Jennifer Lawrence -ésta y X-Men- en dos películas distintas. Así y todo, el guión de La doble vida de Walter, parece ser pobre, pero es muy justo y con la luz que debe tener, aunque sea nos deja sorprendido con eso, con los lugares lindos donde estamos, aunque a veces, ir a la juguetería del papá de Walter nos aburra...

Otra en contra. En el medio de esta película, hay otra y es la mas aburrida y la que poco importa, que es la vida de relación sentimental del hijo mayor, quién conoce al personaje de Jennifer Lawrence tras sobornarla por hacer su discurso de graduación. Así y todo se irán conociendo mejor, y ambos tienen un par de cosas en común, ella perdió a su hermano, y él en alguna forma a su padre Walter. El problema, es que esta parte no tiene demasiado interés ni mucho sentido, y a eso agregarle que la actuación del pibe es bastante mala, siempre haciendo los mismos papeles y gestos en todas sus películas. No es que no me guste, pero la cara de Lawrence recién levantada me trae rechazo -Ojo, su actuación en Lazos de sangre es muy buena- y mucho no la puedo tolerar. Así y todo, la película tiene un poco de falta de ritmo en cuanto a este tema y un error de cálculo: el hijo no puede ni ver al padre, ni siquiera se le acerca, pero cuando él aparece en la tele lo mira antentamente desde su computadora.

Así y todo mas allá de este 2 a 1, me quedo con esa emoción de por momentos y con una de las tapas originales de The beaver donde Mel Gibson aparece cabeza agacha junto al Castor, por que Gibson parece capaz de hacer cualquier tipo de papel y ver como se destruye la vida y la de los otros causa sentimientos en el espectador. A veces se pasa de locura, y el castor cae muy simpático, la historia es bastante original, y cuando Mel le muestre el vestido del castor para ir con ellos a su aniversario el espectador se dará cuenta de que Walter está muy loco y se asombrarán con esa escena fuerte. Sí, es fuerte, todos vivimos algo fuerte en la vida. Yo me quedo con el brillo, la luz y la alegría en que Foster -buena actuación también- disfraza a sus personajes y a su película, y también me quedo con sus escenas finales, su hijo mayor jugando con el personaje de Lawrence, y ella junto a Walter con su hijo mas chico -Stewart- arriba de la montaña rusa, la que ella planificó para que juntos se diviertan en familia, lo que ella quiere para su esposo luego de ese castor inmundo -y simpático-.

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