Personalidad múltiple

Personalidad múltiple / Possession

Estados Unidos 2007

Director: Simon Sandquist, Joel Bergvall

Actores: Sarah Michelle Gellar, Lee Pace, Paul Jarret.

Crítica: Cartas, flores, caras destrozadas en un hospital, ladridos de un perro, ojitos mimosos, la suerte de la moneda y todas esas pelotudeces hacen o mejor dicho, quieren hacer, grande a Personalidad múltiple. El exceso de gags y gags, es lo que los directores se tornan para mejorar una película que nunca levanta cabeza y nunca llega a ser una historia, nunca llega a crear suspenso y nunca logra meternos cuerpo a tierra. Por que luego de tanto romanticismo, tanto puteada y bla bla bla, la historia ya nos aburre a todos. Con esa pequeña duración pareciera que prácticamente ni existiera la película (incluso en los Estados Unidos ni se valoró).

En realidad a veces nos hace pensar, ¿Que tiene de malo la película?. Pero no es eso, lo correcto sería: ¿Que tiene de buena?... y nada. Los primeros diez minutos de la película podemos ver la pequeña aparición de Lee Pace, con esa sonrisa implacable y a Sarah Michelle Gellar (Buffy, la caza vampiros) que aunque en pocas lo paresca, en esta película está bastante linda. Pero es lo de menos, por que a medida que pasa el tiempo, la película decae, y decae y de repente nosotros pensamos en navidad, y en la estafa de la entrada, !Me podía a ver comprado algo en vez de haber visto a dos boludos chocandose en autos como si fuera Tron!, que ya fuera el caso, Tron ni si quiera tiene esto, o por lo menos esta que se estrenó esta semana.

Personalidad múltiple es la típica película que tarda en estrenarse, tarda por que es mala, o la ponen cualquier día de estos en la que la gente ni va al cine. "Y si, estrenemos la película hoy, total nadie se va a dar cuenta" y sí, aquel que valla al cine y salga de la sala lo máximo que puede decir es "Y sí estuvo buena, pero la verdad me cagaron la mitad de la guita", o por ahí es muy exagerado. Personalidad múltiple no vale la pena discutirla (por que no tiene discución), no vale la pena verla (por que no vemos nada), ni no vale la pena pagarla (por que Sarah Michelle Gellar sigue estando como siempre, y sus películas son un bodrio)