lunes, 1 de agosto de 2011

Carlos







Carlos
Director: Olivier Assayas.
Actores: Edgar Ramirez, Alejandro Arroyo, Juana Acosta.
Origen y año: Alemania, Francia 2010.
Duración: 168/330 minutos. Versión acortada. SAM 16
Estreno en Buenos Aires: 16 de Junio 2011.




Crítica: No existe problema de ser la versión acortada de sus 330 minutos. Mas allá de estar tirada al cine en 2010 con mitad de película afuera, Carlos está muy bien contada y sobre todo muy bien musicalizada.

Sobre todo, con música: Poco me interesa el personaje, poco me interesa la historia, pero si me gusta verla, la película te atrapa con ese sentido de "un manjar para los ojos". Pero hay otro sentido, no sólo es un manjar para los ojos, si no que también es un manjar para los oídos. Escuchar esas lenguas -nuevamente- arabes, francesas, italianas, e incluso escuchar a Edgar Ramirez hablando venezolano, da gusto -ahí esta, eso explica por que Policía, adjetivo es una buena película, por su escena final y el diccionario, no importa que pase ni nada, sólo da gusto escuchar la lección que le dá el oficial al policía novato-. Acá lo que importa es escuchar una y otra vez los distintos diálogos que se concentran en los distintos actores. Escuchar a Edgar Ramirez en el papel de Carlos, es magistral. ¿Ese era Carlos? ¿Estaba así de perfecto armado? Sí. Edgar Ramirez parece el verdadero Carlos con boina, con rifles, con escopetas, con una tonada esquisíta, como el helado de dulce de leche. El Carlos de Assayas no sólo hace quedar en ridículo al Che Guevara, también hace quedar en ridículo a muchos de los hombres de cine. Y sí, Carlos es un hombre de cine, por que a la mañana y antes de entrar en acción se levanta, la cámara muestra su culo caído, se lava los dientes, desayuna, y sale con un cigarro en la boca para entrar en acción. Lo importante no es ver que le pasa ni que le pasó a Carlos, lo lindo es disfrutar de como se mueve el personaje, de esas escenas maravillosas y de todo lo demás que la película nos quiere enseñar. Lo que mas alegra a la película es la música, una gran música, perfecta para la película, perfecta y encajada justa en las escenas donde tiene que estar. La música es lo que lleva a Carlos a la política, a Assayas, hombre de cine político, hombre del cine terrorista.

El terrorista Carlos: la palabra terrorista es bien recibida en el cine, Carlos está por sobre todo lo demás del personaje -cada vez que Carlos no aparece en acción la película se desinfla, se dobla y se vuelve un chicle que lo único que le falta es justamente al protagonista-. Es así que te va llevando la película, hacia mas conocimiento, en la escena de la toma de rehenes, en la escena donde están todos en el avión y el que decide es Carlos, buscado por Gran Bretaña y por gran parte del mundo, uno de los terroristas que mas se ha hablado.

Sin dudas, una de la mejor escena de Carlos, es cuando todos están en casa tocando la guitarra, tranquilos y interrumpen en la casa de Carlos. Allí, tras un par de interrogantes, Carlos va a apagar su cigarro, se lleva la mano al bolsillo, y los caga matando a todos -los caga matando a todos, ¿entendió? Divino para el Carlos de Assayas, que muestra sus dientes, con una película violenta, rápida, musicalizada, con todo lo que una película sobre un terrorista debería tener. Cuando, termina todo, y nosotros escuchamos esa música bella, linda, nos damos cuenta de que acabamos de terminar de ver una gran película -ojo, ultimamente este cine me esta empezando a decaer, puede ser que todo termine mal, cada vez me gusta mas Ben X, Sólo contra sí mismo, y Las hierbas salvajes que el año pasado la había calificado con un 8, es un lindo 6 como mucho, esto me está dando miedo-. Lo único que le falta a Carlos es ver bailar a su director y al protagonista juntos, mientras de fondo vemos una ametralladora, y la foto de su abuela bailandola como toda la película supo hacer, con coraje, con valentía y con sobre todas las cosas, con un fuego impresionante.

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