jueves, 4 de agosto de 2011

Morir como un hombre







Morir como un hombre / Morrer como um homem
Director: Joao Pedro Rodrigues.
Actores: Fernando Santos, Alexander David, Chandra Malatitch.
Origen y año: Portugal, Alemania, Inglaterra 2009.
Duración: 133 minutos. Apta mayores de 18 años.
Estreno en Buenos Aires: 03 de Febrero 2011.




Crítica:
Creo, que como por ahí leí, para hablar de Morir como un hombre, debo hablar del cine que me gusta. Lo digo: este cine no es que no sea para mi desde ese punto, pero creo que este tipo de cine no se ve muy reflejado en mi. Yo creo que mis gustos sobre cine pueden ser cualquiera, puede haber sorpresas en mi gusto, puede haber decepciones y puede haber en su mayoría, balances que uno ya imaginaba. Mi gusto de cine está mas metido en "la historia y los personajes van de la mano", y siempre debe haber un protagonista fuerte con actores secundarios que lo ayuden -nada tiene que ver con Morir como un hombre, pero es por eso que tanto me gusta Atracción peligrosa, Gran Torino, Carrie-. Además de ese tipo de cine, también me gusta que la duración sea exacta, y con ese término no cumple ésta película, si no que celebra el "cine duradero".

Carlos, de Assayas, quién hace poco escribí, era una película que duraba mucho, una película a la que había que sentarse a bancársela, pero como en Un profeta, nosotros teníamos la ventaja de disfrutarla, de encantarnos con la película en cada escena que pasaban, en cada paso del gran protagonista y en cada movimiento que él tenía con su arma y su poder. En Un profeta Malik (Rahim), tiene la posibilidad de entrar a un bando y decide asesinar a un tipo en su celda. Esa era una escena a la que podíamos disfrutar y la que podíamos ver varias veces.

Mas allá de que Morir como un hombre sea una historia muy bien contada y con grandes actuaciones, no tiene ninguna escena a la que podamos rescatar, no tiene ningún emblema al cual podamos sentirnos identificado. Minuto 100' de la película, los muchachos van a cazar lobos, y la película se frena durante seis minutos en una escena donde están todos tirados en el pasto del bosque. O sino podemos ser testigos de varias canciones que duran mas de tres minutos en pantalla.

Y, a pesar de esa escena final I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E con el personaje de Tonia muerto, y esa canción que ella canta sobre su velorio, Morir como un hombre es una historia a la que ya varios que la comparten conmigo me dicen "ésta es una película que la podrían haber hecho en media hora y la estiran". Yo les explico que así es este cine, pero por lo menos en Policía, adjetivo con ese diccionario todos podríamos disfrutar de alguna nueva enseñanza, y por lo menos no nos aburre ver al policía sentado y comiendo fideos a la espera de decirle a su mujer que baje la música por que estaba muy fuerte. De estas películas hay muchas, pero, yo necesito hechos, necesito algo fijo, la historia es bellísima, y Agustina, la perra es muy linda, pero todo lo que rodea a la película -como ver comer a un perro vagabundo durante tres minutos- no es mas que una pobre historia en la que se intenta, se intenta, de no terminar boca abajo. Una historia de perros, que en su otro significado, sería "una gran película".

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