viernes, 26 de agosto de 2011

Quiero matar a mi jefe







Quiero matar a mi jefe / Horrible bosses
Director: Seth Gordon.
Actores: Jason Bateman, Charlie Day, Jason Sudeikis, Jennifer Aniston, Kevin Spacey, Colin Farrell, Lindsay Sloane, Donald Sutherland.
Origen y año: Estados Unidos 2011.
Duración: 98 minutos. Apta mayores de 16 años.
Estreno en Buenos Aires: 25 de Agosto 2011.



Crítica: A Batman y Robin a veces lo tildaban de “graciosos” y otras de “una dúpla totalmente homosexual”. El sentido era que en sí, la dúpla era ficticia y no importaba nada mas que la ficción y un poco mas que algún chiste de alrededor. Batman y Robin así quedaron tildados como “los hombres de muchas comparaciones”. Y sí, yo acá voy a compararlos con los tres chiflados de Horrible Bosses. Ojo, en sí, serían Batman y Robin y un tercero (en este caso, Charlie Day, haciendo de Dale, el mas estúpido de la farándula por no querer “tirarse” a Jennifer Aniston (Julia) –aunque si lo pensamos bien por un momento, habría que pensarlo nuevamente esto que queremos pensar-.

El propósito es que los tres chiflados que son Dale, Nick (Bateman) y Kurt (Sudeikis) no tienen jefes/as sino, tienen nombres. Por que en sí, Dave (Kevin Spacey) no es jefe de Nick, si no que es definitivamente Dave, o al menos eso quiere mostrar la película. Y antes de empezar a escribir/decir –la segunda es mejor- hay que decir que Colin Farrel a esta altura ya es un actorazo, y eso que todavía no lo ví en Fright Night, su nueva película haciendo de vampiro. Es así, Colin Farrel puede hacer de lo que quiere: de músico (Crazy Heart con Jeff Bridges), de millonario asustado (Enlace mortal), de boludo (Ondine), y de gran cómico, drogadicto y fachero en ésta. Colin Farrell es Bobby, en sí, mas allá de ser un tipo al que no le pasa nada, no se le mueve un pelo por ser un drogadicto y no tener deseos, es gracioso al fin. Tiene dos escenas grandiosas, la que se va a cagar sabiendo que pasa mas tiempo en el baño que en el escritorio y la que le pide a Kurt que despida a dos empleados: uno que está todo el día jodiendo con su silla de ruedas al que lo llama “Profesor: X” como el de los X-men, y la otra por ser gorda, esa escena es doblemente rápida y doblemente graciosa y es quizás la que no mas se acordará por eso, por decir “hay no me paré de reír en esa secuencia”. Y sí, Colin Farrell con un arito de gay y en pijamas mientras mira la tele y comiendo pochochos es un personaje ideal, pero dejemos que se convierta en otra cosa y siga buscando su rumbo. El otro es Matherfucker Jones, que se llama Dean Jones y al que IMDB le pone entre comillas una tal “MF”, sí por Matherfucker, un apodo, un personaje y un nombre –de Disney en este puto barrio- bastante ideal. Y a Jamie Foxx se lo disfruta, también en todo, en Días de ira, y en cualquiera que aparesca con algún tatuaje en la cara tipo Mike Tyson. Pero también tiene dos secuencias extraordinarias: primero cuando los conoce a ellos para ayudarlos a matar a sus jefes, y les advierte muchas cosas, y les dice su nombre –hay que escuchar cuantas veces el trío le repite su nombre-. Y luego hay dos: “que se piensan que por que ven a un negro por acá los va a matar” y se queda con la guita engañándolos, mientras les pide que le paguen su trago y que fue en cana por piratería de películas, genial, es genial además como los mira antes de contarles su delito: mientras toma su trago, mira a cada uno hacia un costado: en sí, la aparición y las actuaciones de Jamie Foxx y la de Colin Farrell se construyen solamente en una buena comedia.

Pero esa construcción se debe a las buenas actuaciones de todos en general. Es cierto, en algunos aspectos hay quién podrá decir que lo mejor de la película son los jefes, y hay otros quienes podrán decir que el trío es un desastre. Jason Bateman, Charly Day y Sudeikis no creo que tengan una mala imagen, todo lo contrario ya que el primero incluso es director de comedias. Y lo que decían acerca de Batman y Robin lo pueden manifestar nuevamente acá: es cierto, los tres tienen algún ícono gay y se quejan mucho, de tanto quejarse terminan convirtiéndose en unos reales estúpidos. Es cierto que además, la voz de Charlie Day es totalmente desastrosa pero que aún así sirve para el grito de “Te pasaste todo su baño por el culo”. Y esta comedia, además de construir un cierto agrado y similitud con ¿Qué pasó ayer?, además tiene una gran variedad de inteligencia, ¿Para que carajo Sudeikis se rasca el orto con el cepillo de dientes de Bobby, para que carajo lo vuelve a hacer con otro cepillo? No es gracioso, pero servirá para serlo mas adelante, para tirar un chiste que vendrá en doble paquete. Y una buena comedia se construye con un chiste de otro chiste, pero sin tener que ser ya creado, siendo original, y es lo que pasa con los gestos de Todo un parto, cuando Zach Galifianakis –que es mas amado filmicamente que Charlie Day- no para de hablar y hablar con la cara, sin saber lo que dice, el espectador entiende ese lenguaje y acude a la gloriosa escena de la masturbación del bulldog francés.

Nombré a ¿Qué pasó ayer?, y es que está bien, por que tiene varias similitudes con ésta: por primero, es un trío y segundo hay algo que pasa constantemente: en todo momento estás en peligro, peligro de suspenso y en peligro de tirarte una terrible carcajada y todos los espectadores de la sala te miren sin saber lo que pasa. Pero, con ya la construcción de los personajes y sabiendo quienes son cada uno, y defendiéndolos a todos, hay que hablar de la película. ¿Decir es lo mismo que escribir? No lo sé, pero aún así, uno se quiere preguntar por qué es que pienso que Horrible bosses es una buena comedia, y no lo es por que te hace reír, si no que lo es, por que es dura, sólida, completa y muy bien detallada, ya que es difícil acordarnos de tantos actores juntos, aunque por cierto, ya sabemos que son todos conocidos, como Jennifer Anniston –a esta altura no sabemos cual es la que va con doble N o si realmente son las dos-. Ah, Jennifer Anniston y Julia. Julia tiene algo, es claramente Anniston –sí, es Aniston sin doble N, perdón el error-, pero a su vez, el personaje es grandioso. Cada vez que aparece Aniston la película se vuelve otra, es como que todo el mundo está esperando a ver que es lo que ella hace. Es como que la película que estaba terminando, vuelve a empezar, y Aniston es grandiosa (Una esposa de mentira, genial). Y Aniston últimamente me hace creer en la comedia. Y Julia es la “acosadora” que está genial, y de repente uno la ve, sobre todo en la primera escena y dice “No, ésta no es Jennifer Aniston, o por lo menos tiene mas tetas”. Bueno, uno no puede creer que realmente el personaje de Charlie Day, como había dicho al principio, sea tan pelotudo. En fin, a Aniston hay que decirle “Gloriosa” tiene una luz maravillosa, y no cabe dudas de que la última escena con Charlie gozando de esa venganza no es mas que eso, una gran escena, con Jamie Foxx, el propio Charlie, un soplón que se hace fingir y la bella de la película: Aniston.

Y, el trío no tiene otra forma que seguir peleando, por que la película vuelve a querer mostrar una comedia fija, donde sus personajes sobresalgan, y está bien, por que el director nos hace encariñar con todos –menos con Spacey- y nos hace sufrir por sus futuros. Es así, en una comedia donde se vive constantemente en peligro, no hay mas que una pura carcajada y una mierda para los personajes, aunque claro, está buena por que ellos no se ríen de nosotros, se ríen con nosotros. Y, últimamente me agarró algo, todas las películas que veo y veo, y que me gustan, son películas que tienen actores con grandes personajes y Films donde las escenas son las que sobresalen. Pero, esas escenas están juntas con esos actores con grandes personajes. Y el director Seth Gordon de Navidad sin los suegros vuelve a meternos en la cabeza, lo que es el cine de comedia. Quién no crea en esta película, no podrá enseñar que es una comedia. Y para los que se quejan de que ¡”la cartelera está llena de estas comedias boludas que sólo ocupan espacio y no nos traen a nosotros nuestros thrillers negros de origen suecos con grandes actuaciones y dos horas y media de película para salir y analizar en un cuaderno”!, entonces búsquense algo nuevo, algo de mas. La gente que quiere reírse prefiere la comedia, y a cada uno le gusta la comedia para lo que quiere. Acá, en sí, Quiero matar a mi jefe hace reír, pero no por eso tiene esos primeros tres minutos con Bateman explicando de manera genial por que odia a su jefe. Y además, los personajes aprenden y finalmente no sé que será de su vida. Quiero matar a mi jefe, es una gran comedia, por que tiene mucha inteligencia, por que tiene un desenlace “cool”, grandes actuaciones y unas escenas maravillosas: no hay algún momento en la película en que esté por querer que termine, por que si se preocupa realmente por los personajes y la lleva totalmente al pie, creerá en lo que está viendo, si no, ni siquiera podrá comparar a Julia de Aniston, por que en sí, las dos son las mismas, por que en sí, Quiero matar a mi jefe, se trata de un trío al que sólo, en esta caso, parece importarles lo mismo, y quizás por eso, por que no mean, no cagan –Bobby si lo hace- no parecen tener casa, aunque uno tiene una novia, no parecen tener futuro, no parecen tener un perro que pasear, ésta no sea una película excelente, por que sólo piensa en el presente, en matar a sus jefes, y ahí va una explicación mas de por qué Super 8 es la mejor película del año: pasado, presente y futuro y mucho amor por el cine. Quiero matar a mi jefe, gana si se analiza bien lo geniales y bien armados que están sus personajes –hay un cuadro de Bobby, pintado igualito a Colin Farrell en la casa del personaje-. Una gran comedia.

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