sábado, 10 de septiembre de 2011

Mi primera boda







Mi primera boda
Director: Ariel Winograd.
Actores: Daniel Hendler, Natalia Oreiro, Pepe Soriano, Soledad Silveyra, Imanol Arias, Muriel SantaAna, Daniel Rabinovich, Clemente Cancela, Marcos Mundstock, Martin Piroyansky, Sebastián De Caro.
Origen y año: Argentina 2011.
Duración: 102 minutos. Apta todo público
Estreno en Buenos Aires: 01 de Septiembre 2011.

Crítica: "Cuando era chico Adrián se tiro de la terraza con un disfraz de Superman", palabras del papá de Adrián (Daniel Hendler) en el medio de la "desesperación" de Leonor (Natalia Oreiro) por saber que es lo que está pasando y que es lo que está tramando su marido a minutos de su casamiento. Aunque muchos no le den bola, en el medio de tanta historia y tanto lío, hay un chino, oh raro en el cine argentino comercial, que pone otra vez a un occidental para poner palabras de sabiduría y contar lo que es realmente el casamiento. Tirando una indirecta, hay dos personajes y actores que salvan aún mas del hundimiento a la película: Pepe Soriano y Martin Piroyansky, pero ambos personajes, tienen varios problemas, aunque hoy en día, con tal de contarnos un chiste lindo está todo regio.

La película no había empezado mal, casi contada como en fábula de Romeo y Julieta, y apareciendo Natalia Oreiro desde el balcón mas alto de la vida sentimental del novio -atención, la palabra "novio" se repite treinta y cuatro veces, es por eso, que para que el espectador se de cuenta de que los guionistas no son tan estúpidos deciden poner a Natalia Oreiro en un diálogo con la organizadora de la fiesta, ordenándole que no le rompa mas las bolas con el novio-. Y desde el momento que empieza la fiesta, empieza y vuelve el cine argentino, pero el bruto, el de los errores de guión imperdonables y al que sólo le importa hacer reír a alguno, lo hace, Igualita a mi, en comedia, lo hace Sin retorno en agujeros de guión. Y todavía recuerdo a Adrián Suar gritando al del Delivery de la pizza que se meta la faina por el culo, o de Luis Machin preguntando a su hijo si estaba bien con el robo del auto, y era increíble la mala actuación de Machin, quién le sale una mejor participación en Todos contra Juan, novela en la que también salía Sebastian De Caro, quién además, junto a Clemente Cancela -genial ex notero de CQC-, en esta película están mas pintados que La mona lisa.

Pero, si un actor se pone a pensar en la propuesta del proyecto, acepta sin ninguna duda. Imagine: un casamiento, con una pareja que excelente -que podría haber sido grandiosa, pero, cero química entre la pareja protagonica-, en un country hermoso, con joda, con alcohol, con idas y vueltas y con un set de diversión implacable. Aquí, uno quiere creer, que es la película que los actores se divierten mas que los espectadores mirándola. Y hay varios planos y errores groseros, como es el de ¿Por que el guión muestra tanto a Adrián dando vueltas con la cañería, si todo parece estar arreglado, tanto tiempo se va a perder en eso?. Y los únicos momentos que parecen emotivos, se distraen con algún que otro chiste eliminando lo bueno que se iba a venir, como cuando Adrián va a buscar a Leonor en caballo. Quizás, a muchos, les haga reír que los papas anden jugando al piedra, papel o tijera en el medio de una ruta, o que no crean en el demonio, o hasta de tratar al espectador de idiota -el problema con el espectador es que sienten que no pasa nada, o sea, no importa si, uno está mal y llora, el espectador cree que eso es mejor todavía- y de meter en un diálogo un "Y, yo estoy casado y con hijos" y el papa lo mira. De inmediato el espectador ya sabe que los curas no pueden tener hijos por que están con la iglesia. Esto, la película lo hace durante todo el film, como por ejemplo, sabemos que la familia de Adrián es judía, pero de ahí a que nos muestren que todos los familiares tienen el sombrero como símbolo de esa religión parece exagerado. Lo peor, es eso: que nos muestran los sombreros. El espectador dice "Ahh, claro, si son judíos" y sí, si lo dijiste, callátelo, ya sabemos que son y quiénes son.

De la duración de la película, todo se encamina solamente en el conflicto, y a ningún personaje parece importarle otra cosa, salvo a los amigos del novio que intentan chamullarse a, ¿adivinen quién? ¡A las amigas de la novia!, o a Pepe Soriano, tío del novio, queriendo enamorar a ¿adivinen quién? a la abuela de la novia. Pero ojo, Pepe Soriano tiene apariciones geniales, y tiene sus problemas como dije, no el actor, si no el personaje, ya que está toda la película pidiendo un porro, y los cancheros de los guionistas se lo dan antes de la boda, cuando todo está terminado. Un momento ¿por qué la película se llama "mi primera boda", hay una segunda?, no sé, típico nombre de comedia, poco original. Y cuando ponen en cartel "la comedia del año" olvídese de todo, y entre solamente para reír, y esperar al cartel de TELEFE, un canal que miro mucho, pero que nada tiene que ver con el cine.

Y bueno, en Mi primera boda no hay mas que sobre actuaciones, que personajes fastidiosos, como el personaje de Silveyra, totalmente egocéntrico y que sólo le intenta dar luz a una película mas iluminada que el propio sol del country. Diga, a usted le parece locura, cabalgar en caballo -y que va a ser, estoy como el film ya, si cabalgo, lo hago en un caabaaallo- llegar hasta un cartel y darle vuelta la flecha, para tomar tiempo de ir y buscar al anillo. Lo que mas importa en el film es hacer reír a la gente y cuando todo tome un color oscuro pero tranquilo, salga algo para iluminar todo y que salte la fiesta, como la entrada de Leonor para casarse, con esa música fuerte y vestida para matar. Alguien dijo que el personaje de Imanol Arias iba a impar del resto, yo me pregunto, ¿era todo esto una fiesta o me perdí de algo?. Cuando, creo, que lo mejor es cuando describe a la fiesta, este es un pajero, esta una ladrona y el otro el borracho. Hay alguien que se come la torta, y ahí sale Leonor a buscar al sospechoso, a Martin Piroyansky, que es un gran actor, pero que se la pasa toda la fiesta en un pozo tratando de buscar al anillo, y que es presentado en el film, dentro de un baño, aquel baño que será histórico para el film, y es por algo que ahora cierra que Adrián hace todo lo que sabe, por que es albañil, y como él explica, en la boda no le faltaba nada mas que suerte.

Y, Mi primera boda va a contra cara de lo humano, a contra cara del cine, para transformar todo eso, mas en una serie rápida, con diálogos de televisión, y sin secuencias importantes, salvo la del vestido de Oreiro que se arruina al cortarlo de inmediato cuando llega la cara. O ¿la novia no tiene cara? ni siquiera la película parece tener un rumbo, y ya como desde el principio, terminará con la felicidad, ya que es eso, lo que los dos personajes cuentan desde el inicio. Salvo, el DJ friki, y que otros mas, luego nadie habla de otra cosa que no sea de la boda, y uno de los amigos de Adrián -el policía Torres en Botineras-, es quién quiere hacer una película con una de las amigas de Leonor, el problema es que, hay inmaduración en la escena ya que la amiga le dice que estudia cine, no por plata, y ya sabemos que lo hace por pasión, o sea, no hace falta que el director nos explique lo que siente por su trabajo, pero esto es mas televisión que cine, con unos agujeros de guión enormes y con personajes que no piensan mas que en ese momento como si vivieran en una burbuja y estuvieran a punto de salir ante la despedida de los novios a punto de irse de luna de miel. Y por eso es que nombro la anécdota de Superman, por que, es lo único que un personaje reflexiona sobre el pasado, y sobre una mirada de ¡oh, mi hijo se está por casar!, pero mas indirectamente que tirado al voleo.

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