viernes, 2 de septiembre de 2011

Sobre Un oso rojo

Un oso rojo
Director: Israel Adrián Caetano
Actores: Julio Chavez, Soledad Villamil, Luis Machín, Agostina Lage, Enrique Liporace, René Lavand, Daniel Valenzuela, Freddy Flores.
Origen y año: Argentina 2002.
Duración: 88 minutos. Apta mayores de 13 años.
Estreno en Buenos Aires: 03 de Octubre 2002.

Quizás para el espectador sea una estupidez eso del regalo del oso de color rojo. Pero para la película, ese oso y del color rojo, del fuego, de la sangre, es un significado simbólico a lo que vive cada uno de los personajes de la película. Un director inteligente encuentra hasta eso, hasta inteligencia y varios significados en su título, como mostrando en representación a lo que uno está a punto de ver, y Caetano dignifica y hace muestra de ello con el título del apodo de él, El oso (Julio Chavez, quién por cierto le sale muy bien el papel de chorro). Este oso es rojo (cuack), como lo son en la mayoría los personajes que lo rodean, y así, Caetano es un director que muestra mas el despligue de sus personajes con sus movimientos, sus historias y deja de lado un futuro para convertir el presente en lo mas importante. Acá, hay un pasado, una historia sobre ese personaje principal, que vendría a ser el punto de vista de quién sería el personaje de punto de partida: la hija del Oso, quién es por ella, que ésta historia está realizada. Y Un oso rojo tiene varias buenas ideas, primero Sergio le dice a Alicia que el truco de las monedas es imposible y luego cuando El oso la lleva a comer a ella a una pizzeria con arte de magia se lo resuelve; y ahí Caetano está mostrando dos cosas. a) Que hay una distancia entre el padre y Sergio y que todo parece venir de familia, b) Que El oso tiene mas calle y mucha mas inteligencia para resolver las cosas, pero no por que Segio no lo sea, si no por que acá Caetano quiere profundizarse totalmente con el profesionalismo del personaje. Luego, se muestra como un Western viejo, vacío, de armas débiles pero manchadas, con personajes oscuros y al que nada parece olvidarse, y allí estarán presentes las grandes escenas con El oso matando primero al bar de donde Sergio adeuda plata y después asesinando a aquellos que lo cagaron, a aquellos que dejaron una marca inborrable en su pasado. Y el único que parece esperar esos días y esas locuras es El oso, quién es arrestado el mismo día que su hija cumplía años. Luego tiene una música alegre, fuerte, de barrio, aquel donde se fuma, donde el auto salta como un caballo y aquel donde lo único que se escuchan son tiros, aquel donde los niños son felices en la plaza y aquel donde la pizza es de esas finitas pero nos engañan sabiendo que son compradas en los supermercados. Pero Caetano no se olvida de algo y es lo mas importante -y eso que es uruguayo-: que Un oso rojo es toltamente y con pasión argentina. Pero mas que el himno, es hermoso como el Oso entra al colegio de su hija y una de las directivas le pone una escarapela en el pecho, y Oso se infla y entra como un futbolista a la cancha, mientras de fondo se escucha el comienzo del himno y el Oso sale a robar devuelta para ayudar a su hija y que Sergio pague sus cuentas pendientes. El oso lo sabe, la única manera de salvar lo insalvable parece ser el de desobedecer a la ley nuevamente, y allí va él, sin rasgo alguno al ataque y sale sano y salvo, y una vez que mata a todos los del bar, sale como un futbolista que acaba de ganar el partido, sin creérsela, por que él sabe que robar está en su vida y que sin querer serlo, es parte de su trabajo. Un oso rojo, tiene todas para que el elenco se junte y compren treinta kilos de asado para festejar este triunfo, el de una película argentina, fuerte y orgullosa de serlo, sin que su director se olvide de ningún detalle de lo que él quiere contar. Un oso rojo es una gran película argentina, pero gran.

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