lunes, 11 de octubre de 2010

Sin Retorno



Sin Retorno, de Miguel Cohan
Estrenada en Argentina el 30 de septiembre del 2010.
Mi Puntaje: 7 (siete)
Clarín: Buena
La Nación: Buena
Página 12: 8 (ocho)
Imdb: 6.4/10
Todaslascríticas: 70%
Actores: Leonardo Sbaraglia, Federico Luppi, Luis Machin, Martín Slipak.
Duración: 100 minutos.
Género: Drama, Suspenso, Thriller
Página Web: http://www.sinretorno.com/

Mi Crítica: Aquí empieza lo que será la aventura de una nueva consagración para los productores de El secreto de sus ojos. Miguel Cohan es el director de esta película, protagonizada por un gran Leonardo Sbaraglia, un elegante Luis Machin, poco de Federico Luppi y otros actores menos reconocidos.

Todo comienza con la favorable sensación que viviremos dentro de unos minutos: Tanto la familia de Federico Samaniego (Sbaraglia), como la de Pablo Marchetti (Vazquez) y la de Matias Fustiniano (Slipak) viven un día común, con planos desde las cocinas de ambas partes. En unos instantes, viviremos lo más importante de la película y lo que desencadenará la trama de la misma: A Pablo se le caerán unos papeles en el medio de la calle (lo que sería un objeto importante dentro del film), mientras iba en bicicleta por el barrio, justo en ese momento se encontrará con el coche de Federico, quién le romperá su bicicleta con el impacto. Esto es observado por otros vecinos del barrio y un tipo que caminaba por las calles a quién justamente, Federico casi atropella. En unos momentos sucederá la escenas mas eficiente para comprobar lo que estamos viendo: Matías atropella a Pablo, dejándolo en un estado grave y provocando su muerte días después.

Luego de esto, comenzará la aventura hacia cada una de las familias de los tres jovenes. Por un lado, Matías les mentirá a sus padres, ocultandoles la verdad, e inventando una historia de robo hacia su auto. Federico no se sabe lo que le espera, ya que en realidad él no ha hecho nada. Mientras tanto el padre del fallecido, Victor (Luppi) buscará paso por paso al "asesino" de su hijo.

Luego de esto, usted se puede imaginar la película. Solo falta que la vea. Lo mas ingenioso que tiene la película es el contenido que tiene en sí. La gran potencia que interponen los personajes es muy buena para la película. Es atrapante, inteligente y con buenos planos y miradas argentas (La del noticiero de Telefe Noticias, quién comercializa la película). El film tiene algunas escenas forzadas y poco creíbles (La de la escena que Matías sale del baño y le explica al Papá el robo del auto). Es cierto que también se mete en un grave error, que es la función explicativa que aparentan los personajes, donde siempre hablan y hablan para que el otro entienda lo que pasa. Quizás, los personajes vivan en el único mundo que es el del accidente automovilistico. En fin, eso le quita algunos puntos, pero no desperdicia a la película, que en cierta parte es una gran historia, con momentos intensos y donde uno sabe que deberá aplaudirla cueste lo que cueste.

-¿Que les pareció a los críticos?
Si consideramos que Sin Retorno (2010) es la opera prima de Miguel Cohan, histórico asistente de dirección de Marcelo Piñeyro, uno no puede más que agradecer la buena voluntad del proyecto y la corrección formal con la que ha sido ejecutado (dos factores para nada habituales en el cine argentino contemporáneo, siempre sumergido en el pedantismo y la desesperación por cobrar a toda costa los subsidios del INCAA). Aquí el realizador cumple y dignifica aportando la profesionalidad necesaria para garantizar la armonía general: claramente la película funciona como un canto sensato a la pulcritud narrativa.

Combinando el tono seco de los films norteamericanos de la década del ’70 y la estructura de las obras corales de los mexicanos Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga, la propuesta nos presenta en paralelo tres historias entrelazadas por un par de accidentes automovilísticos, un recurso a esta altura explotado en exceso pero que sigue vigente a nivel internacional. Federico Samaniego (Leonardo Sbaraglia) es un ventrílocuo que una noche arrolla sin querer la bicicleta de Pablo Marchetti (Agustín Vásquez), quien poco después es atropellado por el estudiante de arquitectura Matías Fustiniano (Martín Slipak).

El joven llama a una ambulancia y esquiva lo ocurrido denunciando el robo del auto y abandonando el vehículo de inmediato. Lamentablemente Pablo fallece debido a las múltiples heridas sufridas y su padre Víctor (Federico Luppi) inicia una furiosa campaña en los medios de comunicación en pos de hallar al culpable: así Federico se transforma de la noche a la mañana en el “perejil” de turno y es condenado sin el más mínimo resquemor por el sistema judicial.
Sin Retorno adopta un pulso de thriller con ribetes trágicos para colocar en primer plano el ideario y los comportamientos de cada uno de estos individuos.

Que nadie se extrañe si el acento está puesto en la familia de clase media- alta de Matías: todos los miembros del clan vienen a representar esa clásica predilección burguesa por la evasión; desde su madre Laura (Ana Celentano), pasando por su hermana Luciana (Rocío Muñoz), hasta su padre Ricardo (Luis Machín). Cuando el victimario se quiebre y les confiese lo sucedido a sus progenitores, éstos rápidamente consultarán a un abogado, destruirán las pruebas incriminatorias y asistirán impasibles al linchamiento público de Federico. La sed de sangre de Víctor es el otro condimento determinante en la ensalada.

Hay que señalar que el mayor mérito de Cohan pasa por la meticulosa dirección de actores en función de un equilibrio interpretativo de características excepcionales (recordemos las diferencias de edad dentro del elenco, las singularidades requeridas según el personaje y las numerosas escenas basadas en situaciones muy difíciles de transmitir con convicción). Quizás
Sin Retorno no ofrece grandes novedades en cuanto al “desarrollo en mosaico” aunque para los estándares argentinos está más que bien: al igualar inquietudes existenciales y estímulos melodramáticos, se impone como un crudo retrato de la injusticia. Por Emiliano Fernandez

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