De amor y otras adicciones

De amor y otras adicciones / Love and Other Drugs.

Director: Edward Zwick.

Estados Unidos 2010, Sam 16, 112'.

Actores: Jake Gyllenhall, Anne Hathaway, Oliver Platt, Josh Gad.

Estreno en Buenos Aires: 27 de Enero 2011

-En cartelera de cine.

Crítica: Jake Gyllenhall ha sabido hacer películas. La que mejor me acuerdo de el es Zodíaco, donde mostraba otro trabajo mas serio y contundente. Ahora se le ha dado por participar en películas algo estúpidas-razonables. Por ejemplo, el año pasado lo vimos en Hermanos, donde se acostaba con la hermana de un tipo que parecía muerto en la guerra. La película no estaba nada mal, pero él estaba como colgado en el medio de Natalie Portman y Tobey Maguire. Tampoco estaba mal su actuación como Jack en Brockeback Mountain. Y si hablamos de su anterior película El príncipe taquillero de Persia, hay que decir que no nos aburría como saltaba por las arenas y su pelo largo.

Anne Hathaway es quién conducirá los Oscar este año junto a James Franco (él increíble y desaparecido actor de El hombre araña, donde este año tendremos el honor de verlo en 127 horas). Lo cierto es que conducir la gala mas importante de los premios del cine Hollywoodense es algo mas que responsable. Ella es quién forma dupla junto a Jake en esta película. Jake interpreta a Jamie, y ella a Maggie (así se llama la hermana de Jake en la vida real). Se conoceran en un hospital de farmaceuticos, donde la primera imágen que tiene él es el seno de la querida actriz. Y a partir de allí se desencadenará una secuencia de escenas sin ton ni son y con un rumbo algo desconocido y poco importante.

Lleno de lugares comunes para géneros como este, ya que la película transcurre practicamente desde la casa de ella al trabajo, y así sucesivamente, podemos ver vueltas de tuercas sentimentales entre ellos dos: que ella piensa que él lo quiere para tener relaciones, y que él dice que realmente la quiere. En fin, eso importa poco. La película es la típica que muestra conflictos de amor y engaños. Muestra secuencias repetitivas, como la que ella corta fotos, o donde entre ambos se graban videos (ni hablar de las escenas de sexo que hay entre ambos). A medida que pasa la película podemos gozarla y aburrirnos. Nunca termina de convencernos, ni de gustarnos, ni tampoco pareciera terminar de lograr lo que quiere mostrar.

El único actor que nos gusta en esta confusa película es Oliver Platt, el típico gordo gracioso, que en una de las escenas podemos verlo viendo un video casero entre ellos dos. Si de escenas hablamos, la mejor podría ser la del comienzo, cuando Jake Gyllenhall se le ocurre ofrecer televisores, y bailar con ancianas desaforadamente. La película no es ni fu, ni fa. En síntesis, es un drama que podría haber sido una gran película si se lo tomaba con mas ritmo. No hay nada para recomendar, ni nada para acordarse, De amor y otras adicciones no es una mala película, pero en su final poco agradable y corto, terminamos de entender que no tiene nada para rescatar y todo para olvidar.