lunes, 28 de marzo de 2011

Un cuento chino







Un cuento chino
Director: Sebastián Borenztein
Actores: Ricardo Darín, Muriel SantaAna.
Origen y año: Argentina 2011.
Duración: 93 minutos. ATP
Estreno en Buenos Aires: 24 de Marzo 2011.

Crítica: Hay quienes le tienen mucho respeto al cine argentino. Hay quienes lo balancean con películas norteamericanas. Entonces, yo pienso, imagínese a Jim Carrey que se encuentra a un chino en la calle, y no tiene como despegarse de él, ¿usted cree que en los Estados Unidos sería valorada? Puede ser. Pero, podría ser ya que esta película norteamericana tendría millones de vuelta de tuercas, tendría millones de lugares locos, y habría un boludo bailando en un supermercado. Hay quienes reemplazan la palabra "respeto", por la palabra "cariño". Yo por mi parte, creo que el cine Argentino está en su mejor momento creciendo (Hay quienes dicen que las películas del gordo Porcel y Olmedo eran las mejores), y a dejado esos guiones inoportunos (Aunque ahora seguimos viendo película como Un buen día o Boca de Fresa y hasta Eva y Lola).

Ricardo Darín es un actor increíble. De ese increíble, saco un montón de flechas. Darín en este papel, demuestra que puede hacer cualquier personaje. Demuestra que en cualquier tipo de escena, hace realmente del personaje, y no de Ricardo Darín detrás de una cámara (Mirar sino, las escenas de él esperando en la embajada, que sin emitir un sólo sonido ya te causa gracia la forma en que él se para, en que él mira los cuadros, o sino mirar otra escena donde él maneja el auto con el chino al lado, y se ve como él está molesto y preocupado, o hasta su cara cuando come Chorizo, morcilla). Demuestra ser un actor super argentino, por como putea, como se enoja, como saca esa sonrisa, como se sienta, y hasta lo que come justamente.

Hablemos del cuento chino. Su historia, o su idea es muy original por cierto. No sé si su historia está basada en una historia real, pero consta de una buena historia. La película empieza con la tradicional bienvenida, y sigue con el Ricardo Darín en la ferretería. Trabajando, contando los clavos, sí, contando los clavos, algo muy importante en esta reseña. Bueno, contando los clavos, se da cuenta de que lo volvieron a cagar. Lo cagaron de tal forma, que para nosotros es imposible revisar de que manera vive un ferretero, sin familia y con una mujer que lo persigue sin que él este interesado en ella. Por su parte, la historia de Darín es divertida, su vida nos lleva a creer que estamos ante un loco que vive comiendo chorizo, morcilla y que se enoja fácilmente con sus clientes (Nosotros ya conocemos al tipo de cara larga, que le pregunta como sabe que son 100 gramos, que pregunta por otra ferretería en el barrio, y que finalmente termina siendo re contra puteado por Darín).

El problema con la película no es su historia, sus personajes, sus diálogos, el problema es su falta de tema. Uno a medida que pasa, va buscando la película por algún rincón, pero termina nunca encontrandola. Me acuerdo haberme enterado de su película el año pasado, cuando lo único que yo conocía era que Darín tendría una relación social con un chino. Me imaginaba que iban a viajar por la ciudad de Buenos Aires, me imaginaba, que teniendo una vaca de por sí, iba a hablar mucho del campo, y que en esto, como en todos los demás temas que se hablan del país, iba a parecer Moyano como eje principal. Me llamó mucho la atención, cuando Darín camina con el chino por las calles de la ciudad, y ve un cartel promocionando la película "Bajo un mismo techo", entonces yo pensé "Waw, no fue hace mucho el rodaje". También debo decir que no sabía que había tantas embajadas chinas en el país, y que Tío se dice Tapo en chino, y me parece muy raro que una vaca haya caído del cielo. Oh, mejor dicho me parece muy absurdo, pero claro, la película es absurda, lo dicen sus propios personajes. Uno no entiende como Darín tarda tanto tiempo en encontrar a un traductor, pero tampoco se entiende como tarda tanto tiempo en encontrar al tío del chino. No se entiende como Darín lo deja tirado por la tarde, y a la noche se acuerda de él y lo va a buscar con lluvia, y está en el mismo lugar. Está claro, la película tiene mucho de argentinismo, no hay ninguna duda, también a uno le cambia la imágen y la cara cuando escucha tantos aplausos de parte de unos viejos que sólo se van a reír.

Por último entonces debo reconocer, mi máxima objeción sobre la película: Está llena de escenas repetitivas. Ya a sí sea, para causar mas gracia en el espectador, o ya si sea por que Sebastián Borenztein no tiene ni idea de que decir. Lo que mas me acuerdo de la película es que Darín interpeta a un personaje que se llama Roberto, que es ferretero, y ex combatiente de la guerra de Malvinas, que volvió a su casa tras escaparse, que se enoja fácil con sus clientes, que a las 22:59 mira fijo el reloj, para que cuando caigan las 23:00 apague la mesita de luz (Esto se muestra 5 veces como mínimo), que en el desayuno toma mate cocido con pan francés, que le encanta la carne, que le guarda cosas a su madre, además de llevarle una flor casi todos los días, que hay una mujer que lo persigue. Sí ustedes se dan cuenta, creo que gran parte de todo esto ya lo dije, pero lo repito, por que la película excede eso.

Cuando Darín empieza a hablarle al chino a través de un traductor de Delivery de comida del país uno entra en una etapa de aburrimiento total, y de vergüenza ajena (En estos momentos la calificación me bajo un punto, iba a ponerle un 5, ahora le queda cómodo un 4). Una vergüenza que en películas buenas y bien derechas uno no tiene que por que poner a un traductor. Darín espera ansiadamente el día en que aparesca alguien para llevarse al chino, pero lo piensa y lo termina queriendo (Otra escena metida al pedo, es cuando llegan en un auto diez chinos con un tío ciego, que finalmente termina en nada, por que el chino no es su sobrino). A Campanella y a Bielinsky no les hacía falta meter escenas pelotudas e incoherentes para tratar de resolver un tema, por que si a Darín realmente le importara buscaría un traductor antes, y si al chino realmente le preocupara tanto también lo hubiese buscado, para saber que mierda colecciona Darín. El secreto de sus ojos y El aura o Nueve reinas, son dos ejemplos justos de por que Un cuento chino es una película con un Darín figura de fondo, pero con una trama que no engancha.

Así, y ya cansado de hablar de la película, me quedo con la escena final, que realmente me deja inconforme, y vacío, y uno en todo momento espera lo inesperado, aunque por un momento quiere que Darín este con SantaAna. Aunque por un momento uno quiere que Darín cague a trompadas al cliente molesto, aunque por momentos uno quiere que Darín encuentre al tío del chino insoportable, y aunque por momentos yo mismo quiera que la película arranque, nunca arranca. Y sí, el chino termina dando lástima, si no vean la escena de cuando le rompe la cómoda con los regalos de la mama de Darín. Un cuento chino es una película vacía por afuera, pero muy explicada por dentro. Es como una burbuja en la Ciudad de Buenos Aires. No es mala, pero por eso uno imagina tantos aplausos y tantos chinos en los shopping. Un cuento chino, será una de las películas mas taquilleras del año, eso seguro, pero no muestra lo mejor que tiene el cine nacional, lo deja vacante.

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