Director: David Lynch.
Intérpretes: Bill Pullman, Patricia Arquette, Michael Massee, Robert Blake, Henry Rollins, Leonard Termo.
Origen y año: Francia, Estados Unidos 1997.
Duración: 134 minutos. Apta mayores de 16 años.
Valoración: 4/5
Las lenguas dicen que el señor de los sueños, David Lynch, ni siquiera les explicó a los actores el significado de la película. Yo, como un gran intrigante, me pregunto como será vivir con el director. Loco, loco, loco como es, él y su película. Tenía entendido que Lynch era un director sobre los sueños, y además, que El origen es una pavada. Bah, sí, es una gran pavada de antemano. Lynch en Twitter no hace mas que publicar cosas sobre los sueños, él quiere explicar, una teoría que muchos se preguntan con una frase exacta y repetida ¿y si todo esto es un sueño?, no a ficción en sí, si no, la realidad, la vida. Lynch ha hecho en su mayoría, todas películas así, con ese terror detrás de todo, aunque quizás para el no exista el terror, o indirectamente se preocupe por saber el significado de esa palabra. ¿Qué es un hombre con una trompa de elefante en una tapa en blanco y negro? uno se podrá decir, y es horrible, y es medio terrorífico. Otros -me incluyo- se preguntan ¿para qué la gente paga la entrada para ver cosas que no les gustan? eso pasa con Imperio "En un momento hay una pausa, y una señora gorda de atrás se alegra y festeja, como agradeciendo a Dios que la película se había terminado, hasta que aparece otra cosa y enfurecida grita 'noo, noo, no me digas que sigue', y toda la sala se cagó de la risa". Lynch explica adentro de sus películas "¿Quién te va a llamar por teléfono y te va a decir 'hola mi amor' mas que tu marido? o me estas engañando?". Carretera perdida no tiene explicación, y por mas que suene muy "pasión por el fútbol", el cine de Lynch no se explica, si no que se siente. La cara del hombre misterioso que se para al lado de Fred en la fiesta, es típico de un cine negro, al que inmediatamente con voz desafiante le dice "llama a tu casa" y se escucha del otro lado del tubo. Inmediatamente la vida de Fred se cruza con la de Andy, pareciendose casi idéntica, con una mujer igual, con las imágenes del hotel, con la misma carretera donde inicia y termina la película. La sinópsis es una pavada y un golpe de box "un músico de Jazz, recibe cintas de video donde aparece él con su mujer, la última que recibe, aparecen él y su mujer muertos". Y Fred al final de la película recibe un mensaje por el interlocutor donde le dicen que un tipo ha muerto, así volviendo al inicio de la película. El cine de Lynch tiene esos climas pesados, de cine negro, de gente y actores donde a medida que pasa el tiempo uno nunca va creyendo, pero no por falta de ritmo y de guión o sobreactuación, si no por la astucia del director, por sus mundos, quizás, Lynch no sea inteligente y lo único que quiere es hablar de los sueños, esos que uno siempre sueña y los explica con todo sentimiento, esos que uno nunca sabe si los soño, hoy o ayer, y esos que con el paso del tiempo se van olvidando. ¿Quién es Fred, quién es Alice, quién es Andy?. ¿Lynch realmente existe o es sólo parte del sueño de nuestra vida?. Y una frase "Si con El camino de los sueños y con Carretera perdida, por ejemplo, querías ir y pegarle, con ésta (por Imperio) vas a contratar a un asesino a sueldo" Aguante Lynch!.
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