martes, 4 de octubre de 2011

Sobre 12 hombres en pugna

12 hombres en pugna / 12 Angry men
Director: Sidney Lumet.
Actores: Henry Fonda, Martin Balsam, Lee J. Cobb, Jack Klugman.
Origen y año: Estados Unidos 1957.
Duración: 96 minutos. Apta mayores de 13 años.
Puntuación: 10 (diez)

Esta filmación marca un aprendizaje sobre cada una de las películas de juicios que se estrenaron después de este propio estreno. Lo genial de la película de Lumet es como uno se imagina el caso y como va metiendo y armando el rompecabezas en su memoria para intentar deducir un caso que nunca se sabrá si deja al chico culpable o inocente, dos palabras mas que pronunciadas durante todo el film, y que dejaran a cargo al gran héroe del jurado, quién mantendrá durante una hora y media a todos expectantes de como algo se puede resolver. El personaje de Henry Fonda se transforma así como un héroe mítico que sin saber cual es la culpabilidad del chico decide ponerse a trabajar, y reta a los otros del jurado a que lo que está a punto de suceder es la muerte de un pibe cuando estos quieren irse a jugar al Golf y marcharse del lugar. Es simple: no se sabe ni se sabrá si el pibe es culpable o inocente. Lo que muestra la película es una connotación sobre el uso del timing espectacularmente de como una película debe avanzar y mostrarse inteligente y sólida, con las actuaciones perfectas. Cuando, en la historia se pone a llover, a uno no queda otra que imaginarse el caso en plena lluvia, pero mas, por el tiempo que por otra cosa. Cada uno se imagina el caso desde otra significación y desde otro ángulo. Lo que Lumet hace para la historia es magnificar lo que es un policial desde adentro y lo que es un misterio desde lo mas fondo de un cuarto chico, donde doce "culpables" pueden dejar muerto a un chico inocente. Cuando el juicio llega a su fin, el viejo del jurado le pregunta al héroe cual era su nombre, y este se lo dice, pero sabiendo que el viejo también es uno de ellos, al darse cuenta la pista de la marca en la nariz de los lentes. Así y todo llegará a su fin un momento de emoción cuando el que siempre cree que el pibe es culpable se quiebre y saque las fotos de su hijo para dar por una vez termina esta decisión y dar el gran golpe de un jurado que vota inocente a un chico que parecía mas culpable que nadie. La cabeza de Lumet es genial y no deja rastro alguno, ni ninguna pista al descubierto, convirtiendo todo lo que se habla en no mas que un ejemplo de diálogo de un jurado, sin malas actuaciones ni actores cayendo en metáforas. Sin dudas, genial.

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