lunes, 9 de agosto de 2010

Pájaros volando

Pajarotes marcando la diversión

En este año tuvimos nuestro Bicentenario y otras alegrías más de parte de la televisión y del mundo del espectaculo. Hemos tenido grandes películas argentinas (como a su vez también tuvimos bodriasos y estupideces). Excelentes films argentinos (Carancho), muy buenas propuestas dramáticas (Por tu culpa), películas que prometen (La mirada invisible y el hombre de al lado) y también hemos tenido argentinismo delirante (Pájaros volando).

Pájaros volando es rarísima, divertida y loca a la vez (Excelente combinación), es una película con el sello de su director Montalbano. Con sus actores: Luis Luque hace de un hippie rompebolas al que sólo le importan los marcianos. Los otros tres que se quieren ir, Osky Guzmán con su instrumento, el perro Culo, Victor Hugo Morales, el gorila que pregunta el resultado de Boca y al gran Diego Capusotto: Aplaudanlo. Él es artifice de este logro, de esta entretenidísima filmación, de este delirio cósmico y de muchos gags con ese estilo "cómico serio".

No importa si la película esta mal filmada, tiene mal sonido, mala música, si los actores pisan el palito, tampoco importa la historia, ni el final: sólo importan los chistes, las boludeces que hacen los actores y la alegría de lo que vale la música.

El final hace pesar más al espectador, lo hace querer más aún a la película: Con capusotto, Luis Luque y su hijo tocando la guitarra en la banda. El toque de argentinidad al palo es lo mejor de la película, porque es argentina, es peronista, es puro rock, fiesta, comida, extraterrestres, tetas, culo (como el perro), gallinas, postrecitos y por último es otra vez argentina.

Porque Montalbano y Capusotto lo logran, hacen que la gente se enamore de la película y de los personajes (aquellos que odian a Capusotto, ahora les puedo asegurar que lo amarán), logran formatizar la idea desde los videos de Peter y conectar los chistes en el mismo film. Porque esto es argentinidad, esto es un film bien argentino y logrado para la historia nuestra. Porque Pájaros volando no es una buena historia, ni una obra de arte, es un delirio que marca algo en el cine argentino (y no es Bañeros, todopoderosos). Gracias actores, directores y elenco (hasta Victor Hugo), por hacer feliz al día.

Pájaros volando (Argentina 2010)
Calificación: 8 (ocho)
(ver críticas de Depredadores y Ricky abajo)

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